Ante Meridiem

Una mañana...

Una mañana que aprendo a reconocer, todo es diferente cuando despiertas con el reloj marcando las PM. El silencio, el tono de la aurora y el jugo de naranja hacen apreciar esta etapa del día que a veces omito. Porque al fin y al cabo es Sol en el firmamento, y en la tarde la gran estrella y deidad de antiguos indios sigue ahí, así que no es gran cosa. Pero a veces es positivo aprovechar la mañana.

Primero porque le adjudicas a ese horario un proceso que es de su tutela desde que el primer neandertal dijo: "Hmpfgmm".

Despertar.

Despertar es más que abrir los ojos, es dar tiempo para que tu cerebro se adapte de nuevo a un uso diferente que de generar sueños a través del REM (movimiento ocular rápido, eso que hace que tus ojos imiten a un limpiaparabrisas bajo tus párpados), esto es muy importante porque así como no es lo mismo irte a acostar que irte a dormir, si bien el primero puede ser echarte en la cama a ver un maratón de Friends hasta que te des cuenta que se hicieron las 6am y es hora de "Tres por Tres", "Paso a Paso" y "El Príncipe del Rap", eso no implica cabalmente que te quedarás dormido, en cambio lo segundo, es como bien lo dice, ir a dormir ya sea en un mueble, en clase o colgado de un poste de alumbrado público. Pues tampoco es lo mismo, levatarte que despertarte.

Si te levantas pero eres como un motor de peñero, una hornilla eléctrica de antaño o hasta una computadora, necesitas unos cuantos minutos para acordarte quien carajo eres, que hora es, atender las ganas de lavarte la cara. De poner en uso la energía que acabas de recargar. Sino, eres un simple objeto inanimado que aprendió a caminar y murmurar, un zombie.

Porque hasta hablar a veces se hace difícil, o simplemente es algo que no provoca hacer si aún no te has limpiado las lagañas.

Esto viene es porque no es lo mismo despertar en la mañana si tienes trabajo o universidad/colegio que hacerlo cuando tienes un cronograma diario totalmente desocupado, cuando estás de vacaciones. Tienes una sensación de libertad bastante enorme, puedes hacer lo que te de la gana (aunque no se dejen llevar) y además... tienes todo el día para ello.

El desayuno genuinamente te bombea el sistema y te estimula a mantenerte activo todo el día, así sea para estar sentado. Es algo que nos han dicho desde que aprendíamos a contar pero nos lo han puesto tan "en la cara" que puede generar el efecto contrario.

Es algo hipócrita de mi parte invitar a apreciar la mañana si jamás estoy despierto durante esa hora, pero hoy me tocó por decisión propia, por mi propia decisión de accidentalmente poner la alarma a las 8:30am y borrar de la cabeza cualquier vestigio de sueño alguno. Aproveché el AM para hacer cosas que en el resto del día son tediosas y carajo.. hasta me dio tiempo para escribir esta idiotez.